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“Si desde el inicio nos contaran que en la infancia se define la salud mental de un adulto… Entonces trataríamos con más amor el alma de los niños”. – Anónimo. La ansiedad, como hemos visto anteriormente es una reacción experimentada por todos los seres humanos, sin distinción de edades. La ansiedad infantil, ocurre generalmente cuando los niños presentan dificultades para adaptarse a su entorno, o cuando quieren lograr algo, pero no pueden, generando algún tipo de frustración; es importante destacar que dicha frustración es una reacción totalmente normal, ya que, en la mayoría de los casos, los niños están adaptados a patrones específicos de conducta, que al ser alterados provocan este tipo de reacción. Sin embargo, si observamos en los niños esta frustración profundamente arraigada en períodos mayores a los seis meses, es de suma importancia buscar ayuda profesional, que permita identificar el origen de dicha frustración y sobre todo las formar de mejorar las conductas y estabilidad emocional en los niños.

El ser padres, representa un gran reto al momento de interactuar con nuestros hijos, muchas veces no tenemos la capacidad de ver que nuestras “pequeñas acciones”, podrían estar creando problemas de ansiedad en nuestros hijos. Por ejemplo: Después de un día largo en el trabajo, llegamos cansados a casa, no queremos jugar con nuestros hijos, únicamente queremos descansar y no empalizamos (es decir no hay conexión armoniosa) con nuestros hijos, lo que en su momento puede crear algún nivel de ansiedad en los niños, ya que ellos siempre esperan ver un rostro de felicidad, o una persona calmada, que al menos le explique porque se siente cansado ahora.



¿Qué debemos recordar?

Como padres es muy fácil caer en el error de creer que somos los únicos que necesitamos comprensión de parte de nuestros hijos, ya que estamos cansados al llegar a casa, que hemos lidiado con muchas cosas durante el día, o si pasamos completamente en casa con nuestros hijos, al final del día pensamos en nosotros como padres; sin embargo, se ha puesto a pensar usted que:

* Los hijos aun no entienden la “vida de adultos”.

* Los niños siempre quieren jugar, no importa el momento.

* Nuestros chicos también necesitan contarnos como estuvo su día.

* Los niños siempre quieren ayudar de alguna forma a que usted no se sienta molesto, es por ello que necesitamos sentarnos con nuestros hijos y explicarles que sucede.


Situaciones que pueden provocar ansiedad en los niños

A continuación, mencionamos algunas circunstancias que pueden presentarse en casa, colegio, o entorno donde el niño pasa normalmente su día, y que pueden provocar síntomas de ansiedad:

  1. Cambios drásticos e incomprensibles en su rutina, como, por ejemplo: su primer día de clases, cambio de colegio, mudanza en el hogar, entre otros.

  2. Miedo a permanecer solo, falta de compañía.

  3. Tocarse mucho el cabello, las manos, movimientos repetitivos, comerse las uñas o morderlas.

  4. Crisis de llanto al separarse de mama o papa.

  5. La llegada de un nuevo hermanito.

  6. Visitas inesperadas en casa.

  7. Cambios de humor en los padres.


Entonces… ¿Qué puedo hacer ante dichas situaciones?

Todos sabemos que, ante cualquier cambio, es importante estar siempre preparados; es por ello que si como padres hemos tomado decisiones que sabemos generarán un cambio en nuestros hijos, no solo debemos tomar nuestra decisión, sino que también necesitamos informar a nuestros hijos lo que sucederá. A continuación, presentamos diferentes alternativas a utilizar para poder comunicar decisiones importantes a nuestros hijos:

* Si existen libros con dibujos animados relacionados al tema (su primer día de clases, cambio de colegio, mudanza en el hogar), podemos adquirirlos y mostrárselos a nuestros hijos, para que se sientan listos al momento del cambio y no les tome por sorpresa, evitando generar ansiedad momentánea.

* Al hablar con nuestros hijos, podemos iniciar hablando sobre temas de su interés y luego tocar el tema del que queremos que conozca.

* Muchas veces necesitamos realizar actividades cotidianas y se nos hace difícil dejar a nuestros hijos en casa, por tanto, necesitan acompañarnos y probablemente no les guste hacerlo, ya que les parece aburrido o cansado; es ahí donde podemos “negociar”, mencionarles que sabemos que no les gusta, pero necesitamos que nos acompañen y como recompensa luego podemos hacer algo que les agrade a ellos, así ambos participan en actividad que les gusta a los dos.

* En algunos casos los niños presentan síntomas de ansiedad al intentar hacer sus deberes, en estos casos podemos apoyarles mencionándoles que ahora podemos ayudarles y que con el tiempo ellos podrán hacerlo completamente solos. (dar palabras de ánimos, son necesarias para que el niño se sienta fuera del circulo ansioso y con más seguridad de sí mismo).


Es importante destacar que el hecho que exista ansiedad no quiere decir que el niño sienta inseguridad en todo momento o que se una persona insegura a su corta edad, lo que si ocurre es un miedo, temor, estrés que necesitamos ayudarle a controlar y superar.


Así mismo necesitamos ser muy cuidadosos al querer ayudarle a nuestros hijos, ya que los “Padres sobre-protectores”, que no permiten que sus hijos toquen o conozcan el mundo real que hay que afrontar, o quieren hacerles todo a sus hijos, provoca en ellos una dependencia aun mayor, no dejan que ellos decidan y al momento de hacerlo solos no pueden porque no saben cómo, lo cual genera angustia.


En la vida de un niño hay muchas más cosas que generan ansiedad, es bueno abordar cada caso de cerca para así poder dar una información más específica de acuerdo a cada suceso o dificultad que presentan sus hijos, y sobre todo tener en cuenta que pueden superarse estos temores, dudas o llantos que provoquen la ansiedad.


Recuerde que un gesto de amor, abrazo, palabras emotivas siempre vienen de la mano para reducir todo tipo de temor.


Clínica Psicológica SIP

¡Cambiando mentes, transformando vidas!

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