Las emergencias son parte del curso natural en que ocurren los eventos que rodean al individuo, dentro de un entorno cargado de variables que no se pueden controlar; por lo que pueden ocurrir en cualquier momento y de forma espontánea. Ante la reciente cantidad de incidencias por desastres naturales alrededor del mundo, es completamente normal que las personas se encuentren en un estado de alerta la mayor parte del tiempo, sin embargo, el estar alerta puede no ser suficiente, es importante que se pregunte lo siguiente, ¿Sabe qué hacer cuando una situación de emergencia ocurra? ¿Se está preparado para afrontar el impacto emocional de la misma con usted y sus seres queridos? Aquí le proporcionaremos una guía básica para afrontar el choque emocional en las personas que han sufrido por desastres y emergencias.
Primeramente es importante tomar en cuenta lo siguiente:
Ante una emergencia, lo primordial es preservar la vida, la salud, aliviar el dolor de las víctimas y asegurar la dignidad de las personas sin importar su condición.
Esta es una guía básica de emergencia, no sustituye un proceso psicoterapéutico, pero puede contribuir a manejar las respuestas emocionales inmediatas por el impacto ante una emergencia por desastre natural.
Se sugiere que, ante riesgo de trauma y para trabajar profesionalmente las secuelas, se acuda posteriormente a recibir un proceso terapéutico para un manejo adecuado de dicho impacto emocional.
Si bien es difícil llegar a predecir una situación de emergencia o desastre, el papel que ocupa la prevención es tan importante como el de la intervención ante éstas, por lo que ésta información puede serle de ayuda aunque la emergencia o desastre no esté ocurriendo o haya ocurrido en donde usted se encuentre.
La atención multidisciplinaria ante situaciones de desastre es clave, esto quiere decir que es tan importante cuidar del bienestar físico como el bienestar mental y social de las personas. Se estima que alrededor de la mitad de la población expuesta sufre de alguna secuela psicológica; cabe destacar que, en su mayoría, se trata de reacciones completamente normales ante situaciones de choque o de gran impacto. Esto claramente, no resta importancia, ya que una situación de choque emocional puede atentar con la salud mental de una persona en etapas posteriores. Es necesario hacer énfasis en la relevancia para la prevención de víctimas fatales y damnificados el contar con un plan de gestión de riesgos a nivel comunitario, esto es, tener planes de contingencia organizados a nivel de comunidad, rutas de evacuación, botiquines con medicamentos de primera necesidad y equipo de primeros auxilios de accesibles, teléfonos de contacto de emergencias, tener los documentos a la mano y lámparas, abrigos y alimentos no perecederos; así como mantenerse informados y comunicados a través de las diversas redes sociales ante cualquier emergencia. No obstante, cuando la situación de emergencia ha ocurrido, la atención en crisis, asume protagonismo. CRISIS, dentro de lo que Slaikeu (1999) define como: “un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del individuo para mejorar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de problemas, y por el potencial para obtener un resultado radicalmente positivo o negativo.” Por lo que la atención o intervención en crisis, funciona como el proceso de auxilio a las personas o familias, con la finalidad de que éstas sobrevivan un suceso traumático y minimizar la posibilidad de que los efectos de dicho trauma crezcan. Dicho lo anterior, los Primeros Auxilios Psicológicos hacen referencia a la intervención de primera instancia o de emergencia, de forma inmediata y son ejecutados por la persona que perciba la necesidad en el momento, de intervenir para minimizar el impacto psicológico del trauma.
Cinco pasos para poder proporcionar Primeros Auxilios Psicológicos
Karl Slaikeu propone un modelo de cinco pasos para poder proporcionar Primeros Auxilios Psicológicos que podemos poner en práctica, aún sin ser profesionales en el campo, con la finalidad de poder ayudar a quienes lo requieran:
Realización del contacto psicológico: Puede definirse como una “sintonización” con los sentimientos de la persona que atraviesa la crisis. Esto se puede lograr a través de la escucha empática, esto significa escuchar a la persona (preguntarle acerca de lo ocurrido, cómo se sintió y cómo se siente actualmente al respecto), sin más intervención que la simple manifestación de interés por conocer su pensar y sentir acerca de lo ocurrido, dando igual importancia a las emociones que a los hechos. Tomar en cuenta lo siguiente: - Se sugiere invitar a la persona a hablar - Tener en cuenta que los hechos y los sentimientos son igual de importantes - Dar lugar a que la manifestación física de las emociones surja (lenguaje no verbal) y sea descargada. - Cuando el lenguaje no-verbal surja, se puede hacer un contacto físico leve como poner la mano en el hombro, ya que esto puede generar un efecto calmante.
Dimensionar el problema: Esta indagación implica conocer el pasado inmediato, presente y futuro inmediato; guiándose con las preguntas: - ¿Qué…? ¿Dónde…? ¿Cuándo…? ¿Cómo…? A modo de ayudar a la persona a discernir quién está implicado, qué es lo que pasó, en qué lugar, en qué momento y de qué manera lo vivenció la persona afectada. Estos datos, algunas veces, son completados al obtener la narración de la persona desde el primer contacto. Una vez dimensionado el problema, es establecer un orden jerárquico de las necesidades de la persona dentro de las dos categorías siguientes: - Conflictos que necesitan manejarse de forma inmediata - Conflictos que pueden manejarse después
Análisis de posibles soluciones: Es importante definir un rango de soluciones tanto para las necesidades inmediatas como para las que pueden dejarse para después, las cuales se han identificado ya en el paso anterior. El enfoque aquí debe ser paso a paso: - Preguntar qué se ha intentado previamente - Invitar a la persona a generar alternativas por sí misma - Agregar posibilidades - Analizar las ganancias y las pérdidas de cada solución - Jerarquizar de acuerdo a las necesidades inmediatas y las que habrá de atenderse posteriormente. - Motivar a la persona a hacer cuanto pueda en ese momento por sí misma, esto es, auxiliarlo a obrar a partir de una posición de fortaleza antes que de debilidad (una forma de lograrlo es preguntándole cómo ha resuelto situaciones problemáticas previas). - De ser posible, generar un plan de acción a partir de las ideas generadas.
Ejecución de acciones concretas: Este paso tiene la intención de ayudar a la persona a dar el primer paso para ejecutar una acción concreta a fin de manejar la crisis. Se trata de motivar y acompañar a la persona en dar de mejor manera el “primer paso” en las soluciones inmediatas identificadas en el paso anterior: - Puede ser tan simple como ponerse de acuerdo para verse el día siguiente o tan complejo como iniciar una hospitalización de urgencia en caso que la funcionalidad de la persona haya sido afectada al grado que no pueda valerse por sí misma. - Es importante tener en cuenta la labor de ayudar a la persona a hacer tanto como sea posible por sí misma. - Se debe tomar una actitud facilitadora y directiva, es decir, guiar hasta donde sea posible y mostrar interés en que la persona vaya adoptando independencia ante su propio bienestar de forma gradual y conforme se vaya sintiendo capaz de hacerlo.
Seguimiento: Este último paso consiste en recabar información para verificar el progreso de la persona, para ello es necesario mantenerse en contacto con ella, ya sea cara a cara, por teléfono o redes sociales. La retroalimentación recibida por la persona es muy importante y permite identificar en qué medida puede seguir contribuyendo, así también permite identificar si la solución propuesta fue la apropiada para las necesidades inmediatas y si la persona dio continuidad adecuadamente al plan de acción desarrollado. La atención psicológica ante emergencias puede hacer la diferencia en el éxito dentro del proceso de recuperación integral frente a situaciones de emergencias y crisis; por lo que un seguimiento adecuado es también un aspecto clave, en Clínica psicológica SIP estamos para ayudarle a superar y dar seguimiento a cualquier situación de crisis, así como atender sus dudas acerca de cómo actuar ante situaciones que requieran primeros auxilios psicológicos, será un placer atenderle.
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